La Vida Después del Diagnóstico de un Tumor Cerebral
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Progresión y recurrencia
Durante y después del tratamiento del tumor cerebral infantil, los médicos seguirán controlando el tumor. Hay muchas palabras diferentes que los médicos utilizan para describir los cambios que pueden encontrar.
Cuando a un niño se le diagnostica un tumor cerebral, debe someterse periódicamente a pruebas y escáneres para ayudar a los médicos a controlar la respuesta del tumor al tratamiento. Los resultados de las pruebas ayudan a los médicos a recomendar si se necesitan tratamientos diferentes o más numerosos.
Cuando el médico de su hijo le comente los resultados de las pruebas, es posible que utilice distintas palabras para describir lo que está ocurriendo con el tumor de su hijo.
Progresión o recurrencia son dos palabras que quizá oiga pronunciar al médico de su hijo. La progresión significa que el tumor ha crecido o que puede haber nuevas lesiones cerebrales. Las lesiones cerebrales son zonas de tejido cerebral dañado. Dependiendo del tratamiento que haya recibido su hijo, puede ser difícil para el médico determinar si los cambios son realmente progresión del tumor o si hay otra causa para los cambios.
Una vez finalizado el tratamiento de su hijo, los médicos deberán seguir controlando el tumor cerebral. A veces, un tumor reaparece después del tratamiento. Esto se denomina recidiva. Si un tumor reaparece, los médicos suelen utilizar pruebas y escáneres similares a los que se hicieron a su hijo cuando se le diagnosticó por primera vez para conocer el alcance de la recidiva y planificar los siguientes pasos.
Otros dos términos que puede oír son enfermedad residual y ausencia de evidencia de enfermedad. Enfermedad residual o tumor residual puede significar que parte del tumor de su hijo sigue presente. La ausencia de evidencia de enfermedad significa que el tumor parece haber desaparecido.