La Vida Después del Diagnóstico de un Tumor Cerebral

Alopecia es la palabra médica que designa la caída del cabello. La radiación en la cabeza y el cuero cabelludo provoca la caída del cabello poco después del inicio del tratamiento. El pelo vuelve a crecer si los folículos pilosos no están dañados de forma permanente, pero la caída duradera del cabello suele producirse tras dosis elevadas de radiación.

Qué puede hacer usted contra la alopecia 

A veces, la pérdida de cabello de una parte del cuero cabelludo puede hacerse menos perceptible con peinados creativos. Si sufre una caída del cabello prolongada, puede que se sienta más cómodo utilizando pañuelos, sombreros o pelucas. Por desgracia, no hay pruebas de que las dietas especiales o los champús sean eficaces.

Las cataratas se producen cuando el cristalino del ojo se nubla tras haber estado expuesto durante muchos años a la luz ultravioleta del sol. Se trata de un proceso normal del envejecimiento, y las cataratas no suelen agravarse lo suficiente como para afectar a la visión hasta después de los 70 años. Pero para los sobrevivientes de tumores cerebrales, la radiación y los esteroides como la dexametasona (Decadron) pueden acelerar ese proceso de envejecimiento en el ojo y provocar la formación de cataratas a edades más tempranas.

Qué se puede hacer contra las cataratas

Sométase cada año a una revisión oftalmológica. Utilice anteojos de sol al aire libre para evitar más daños en el cristalino del ojo.

Las estructuras óseas del interior de las cavidades sinusales (espacios de la cabeza detrás de la nariz y los ojos) pueden resultar dañadas por la radiación, lo que puede impedir que los senos drenen correctamente. Esto puede provocar una secreción nasal que no cesa, goteo postnasal crónico y muchas infecciones sinusales.

Qué se puede hacer ante los problemas de sinusitis

Los antihistamínicos de venta libre (un medicamento que ayuda a aliviar los estornudos y la secreción nasal) pueden ser útiles. Es posible que su médico le pida una tomografía computarizada de los senos paranasales y le sugiera que acuda a un otorrinolaringólogo para hablar de las opciones.

La radiación administrada a todo el cerebro o a la parte superior del cuello puede afectar a las glándulas salivales. Estas glándulas se encuentran a ambos lados de la cara, delante de las orejas y debajo de la barbilla. La saliva de estas glándulas ayuda a mantener la boca húmeda, y eso ayuda a prevenir la caries dental. Los niños que reciben radiación a una edad temprana también pueden tener problemas con la forma en que se desarrollan sus dientes adultos. Los problemas pueden incluir dientes con formas y esmalte anormales, raíces cortas y más caries.

Qué puede hacer al respecto 

Asegúrese de tener buenos hábitos de higiene dental, que incluyen cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental a diario. Debe acudir a su dentista cada seis meses para que le realice un examen, una limpieza y un tratamiento con flúor. Los sustitutos de la saliva pueden ayudar a aliviar los síntomas de la boca seca.

La radiación dirigida a la columna vertebral puede afectar al corazón. La radiación convencional (el tipo de radiación más común, en lugar de la radiación de protones) puede extenderse fuera de la zona objetivo. Esto se denomina radiación dispersa. Los sobrevivientes que recibieron radiación en la columna vertebral pueden haber recibido algo de radiación dispersa en el corazón.

La cantidad de radiación que recibe el corazón suele ser mucho menor que la que recibe la columna vertebral, pero incluso una pequeña cantidad de radiación puede dañar a veces el músculo cardíaco.

Los efectos sobre el corazón pueden manifestarse muchos años después de finalizar el tratamiento. Si el tratamiento incluye quimioterapia y radioterapia, aumentan las probabilidades de sufrir coágulos sanguíneos y dolores parecidos a los de la angina de pecho (dolor torácico, que suele sentirse al hacer ejercicio). Algunos fármacos de quimioterapia también pueden causar problemas cardíacos.

Qué puede hacer ante los problemas cardíacos

Llevar una vida sana puede reducir las probabilidades de sufrir problemas cardíacos. Mantenga un peso saludable, haga ejercicio varias veces por semana, siga una dieta sana y no fume. También debe llevar un control de la tensión arterial y el colesterol (un tipo de grasa en la sangre que puede causar problemas cardíacos si hay demasiada) y recibir tratamiento para la tensión arterial alta o el colesterol alto si los tiene. Cada pocos años, también debe hacerse un ecocardiograma (una prueba que examina el funcionamiento del corazón).

La radiación puede impedir que los huesos crezcan hasta alcanzar su tamaño completo. Esto les ocurre con más frecuencia a los sobrevivientes si recibieron radiación en la columna vertebral antes de terminar de crecer en la adolescencia. Si la columna deja de crecer, la mitad superior del cuerpo acaba siendo más corta de lo que habría sido sin tratamiento. También es posible que, tras la radiación, la columna vertebral del sobreviviente no crezca recta. Cuando la columna vertebral no crece recta, sino con una curvatura anormal, se habla de escoliosis. Es más probable que esto ocurra cuando se da un estirón, normalmente durante la pubertad.

Qué puede hacer ante los problemas óseos

Si su columna se curva, debe acudir a un cirujano ortopédico experto en el cuidado de la columna vertebral. El tratamiento puede ser tan sencillo como llevar un corsé ortopédico para que la columna se enderece, o puede necesitar cirugía para enderezar los huesos de la columna y evitar que la escoliosis empeore.